De todas las credenciales que tenía Jesús a fin de apoyar sus afirmaciones de ser el Mesías y el Hijo de Dios a menudo pasaba por alto una de las más profundas: como su vida cumplió tantas profecías antiguas. En este capítulo nos ocuparemos de este asombroso hecho.
Este capítulo habla sobre el linaje de Abraham y termina con Jesús entonces a través de una serie de profecías incluso definió el tiempo en el que se apartaría a este hombre.
Según la Asociación Estadounidense de Ciencias se comprueba que el único que pudo cumplir las profecías bíblicas fue la persona de Jesús. Y solo El puede hacer cumplir la mayor de ellas Ezequiel 26:36. Nos dio un nuevo corazón. Lo viejo ha pasado, vino lo nuevo. 2a corintios 5:17
pp.133-144
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